Esta nota la comenzaremos como corresponde, BÍBLICAMENTE:
Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma. Ezequiel 3: 16-21
Aquí las escrituras nos invitan a aplicar la orden de Dios para con los Falsos Profetas con las mismas características con las que cumple Cash Luna. Ustedes dirán “Juzgar es pecado” ¿Seguro? Juan 7:24 dice : “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” y es por eso que aquí no juzgaremos a Cash Luna por lo que vemos, sino por sus obras que arrastran millones de almas hacia la perdición.
En el video un joven expone a Carlos Luna de una manera sorprendente y bíblica, analizando a la aplicación herética de “recursos espirituales” como el de la risa Santa. Lo enfrenta en un video que supera el millón de Visitas, generando un gran dolor de cabeza para el falso Profeta Guatemalteco.
Les dejamos aquí el video donde éste valiente joven de Argentina desenmascara los errores doctrinales de Cash (si esta usando un movil, póngalo en posición horizontal para mejor visualización):
En Menos de 48 horas después de que el grupo terrorista Estado Islámico lanzara un vídeo donde amenazaba con atacar a los cristianos, principalmente a los coptos, el gobierno egipcio confirmó la muerte de dos personas en la península del Sinaí.
Un cristiano egipcio fue quemado vivo por el Estado Islámico en Arish, en el noreste. En la misma noche, su padre fue muerto a tiros. El hombre que fue quemado vivo se llamaba Medhat Hana y tenía 45 años.
Lea también:Persecución en Europa: Incendian un templo evangélico en Francia Su padre, Saad, tenía 65 años. Las fuerzas de seguridad del país revelaron que los cuerpos fueron encontrados la mañana del miércoles (22) “detrás de una escuela en el centro de la ciudad”. Desde inicio del año otros tres cristianos fueron asesinados a tiros en Arish por el Estado Islámico.
Lea tambíen:Fidel Castro enviaba cristianos a campos de concentración. Perdiendo territorio en Irak y Siria, el Estado Islámico parece estar ganando fuerza en territorio egipcio. Hace tres años y medio el grupo terrorista libró una sangrienta guerra de guerrillas contra las fuerzas armadas de Egipto. Sus métodos de ejecución muestran que tienen la intención de mantener la misma crueldad que han conocido en los últimos años.
En el video publicado esta semana por los jihadistas, afirmaron que los cristianos eran la “presa favorita” del Estado Islámico.
Lee también:Cristianos son crucificados y quemados vivos en Corea del Norte Incluso advirtieron que el ataque a una iglesia en El Cairo en el que murieron 27 personas era “sólo el comienzo” de la persecución contra los “infieles”. Los coptos son aproximadamente el 10% de la población de Egipto y la comunidad cristiana más grande en el Medio Oriente, según publica ABC News.
A continuación compartimos con ustedes un video, donde los hermanos de THE SOUND DOCTRINE, nos dan una lista de 7 frases que usan los predicadores, al margen de la Palabra de Dios.
La intención con la cual se predican tales cosas puede ser buena, pero si contradice la Biblia, no edifica y es piedra de tropiezo en el crecimiento de la iglesia.
Todo esto, sin tomar en cuenta que se están predicado mandamientos de hombres y no la Palabra de Dios, la cual tienen poder para salvar, santificar y dar vida al pecador.
La pregunta es si un cristiano debe visitar la tumba de sus seres queridos. ¿Debe? No necesariamente. ¿Puede? Sí puede visitar la tumba de un ser querido asumiendo que la persona que falleció era un ser querido que era creyente.
Pero algo importante que los creyentes debemos tener en cuenta: no lo hacemos para buscar la presencia de la persona, de tener cercanía con la persona.
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Podemos ver el caso dónde Jesús visitó la tumba de Lázaro (Juan 11:28-44). María Magdalena en Mateo 28:1, “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro”. Vemos en la Escritura que hubo una visita al sepulcro.
Así que no hay una prohibición en la Escritura que prohíba que los creyentes vayan a visitar la tumba de un ser querido.
Es lo que siempre, en todo lo que hacemos, debemos preguntarnos, “¿Cuál es la motivación y es bíblica?”. La razón por la que sería bíblica es para rendir honor a un ser querido, recordar a la persona que amamos, y puede ser también de mucha importancia en el proceso de duelo cuando la persona muere, porque hay un proceso de despedida de la persona que falleció. Pero algo importante que los creyentes debemos tener en cuenta: no lo hacemos para tener un sentido de la presencia de la persona, de tener cercanía con la persona. Vemos en las Escrituras que cuando las personas fallecen están en la presencia del Señor. No tenemos acceso a ellos hasta el día que nosotros muramos también.
1 Tesalonicenses 4:13-14 nos da una Escritura que nos ayuda a procesar la muerte de un ser querido: “Pero no queremos, hermanos, que ignoren acerca de los que duermen para que no se entristezcan como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús”. Así que nosotros nos despedimos y nos entristecemos, pero no lo hacemos de la misma forma. Lo hacemos con esperanza sabiendo que un día el Señor se levantará de los muertos. Hace una semana estaba con mi familia visitando la Ciudad de Nueva York, y estábamos en un tour histórico de la figura de Alexander Hamilton. Fuimos a la Iglesia Trinity en la parte baja de Manhattan donde está la tumba de Hamilton. Pero lo que me llamó la atención no fue necesariamente la tumba de Hamilton. Me llamó la atención que está rodeada de muchas tumbas al lado de la iglesia. Creyentes enterraban a sus queridos cerca de la iglesia porque creían que en el día de la resurrección todos iban a levantarse juntos y experimentar la presencia de Dios juntos.
Así que nuestra esperanza es que volveremos a ver a aquellos que han muerto en el Señor. Esta Escritura de 1 Corintios 15:20 debe hablarnos, “Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron”. Así que podemos visitar la tumba de aquellos seres queridos, pero con las motivaciones correctas, formadas por las Escrituras, con la esperanza del evangelio que un día volveremos a ver a aquellos que murieron.
José Mercado (Joselo) es miembro del concilio de Coalición por el Evangelio. Oriundo de Puerto Rico, renuncia a su carrera de consultoría en el año 2006 para ingresar al colegio de pastores de Sovereign Grace Ministries. Es el pastor principal de la Iglesia Gracia Soberana en Gaithersburg, Maryland. José se encuentra en el proceso de completar su Mdiv de SBTS, y está casado con Kathy Mercado y es padre de Joey y Janelle.
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El cantante y pastor Jesús Adrián Romero, declaró públicamente en una de sus conferencias que Jesucristo era divertido y le gustaba bromear con sus discípulos.
Incluso, Romero desarrolló su charla explicando cómo los cristianos se han convertido en legalistas y se autoconsideran hiper santos, y han dejado atrás el sentido del humor y de “gozar la vida tal como Jesús disfrutaba del vino, las fiestas y sus amistades.
Romero incluso llegó a decir que Jesus realizó un chiste cuando exhortó al joven rico del que habla el Evangelio de Mateo: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.” Mateo 19:23-24
Como si eso fuera poco, Romero añade que a Jesus le encantaba burlarse y tomar tragos con sus amigos (los que predicaban junto a él). “A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas !!ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.” Mateo 26:24-25
En sus enseñanzas pero de manera más marcada, en el mensaje al que hacemos referencia, repite en varias ocasiones que Jesús se tomaba todo con humor y que de hecho le gustaba tomarse unas “copitas de más” junto al apóstol Pedro. Vean el video y saquen sus propias conclusiones (si está usando un móvil, póngalo en posición horizontal para mejor visualización): Jesús A. Romero: Jesús le gustaba hacer chistes...por Verdad-en-Guerra
Este abril 2017, llega a los cines la película cristiana “El Caso de Cristo”. Este film está basado en la historia real de Lee Strobel, un exateo y famoso periodista que se convirtió a Cristo cuando trató de demostrar que el evangelio y la resurrección de Cristo son solo ficción.
A continuación pueden ver el tráiler en español:
Fuente: Cristiano al Dia COMPARTE ESTA PUBLICACION EN TUS REDES SOCIALES, Y DEJA TU COMENTARIO.-
Ni amor, ni pequeños angelitos capaces de volar y de lanzar flechas para entrelazar el destino de dos tortolitos. El origen del Día de San Valentín poco tiene que ver con lo que, a día de hoy, se celebra el 14 de febrero. Por el contrario, esta fiesta en honor a los enamorados se basa en las Lupercales, un festival de depravación y sexo salvaje que se llevaba a cabo en la Antigua Roma con varios objetivos. Entre ellos, lograr que los jóvenes se iniciaran en la sexualidad y perdieran el miedo a mantener relaciones entre sí. La celebración era tan bárbara e imposible de erradicar que la Iglesia se vio obligada a sustituirla por el actual día de los enamorados en el siglo V.
Con todo, esta es solo una de las teorías existentes sobre el origen de San Valentín. Algunas fuentes creen que también se basa en otra fiesta pagana que se quería «cristianizar»: la que se hacía en honor de Juno Februata. El autor John M. Flader afirma en su obra «Tiempos de preguntar. 150 cuestiones sobre la Fe Católica» que, en la Antigua Roma, existía la costumbre de honrar a esta deidad introduciendo los nombres de las jóvenes de la ciudad en una caja. Cada uno de ellos era extraído por un chico y la pareja resultante quedaba unida a nivel sexual. Nuevamente, lo pecaminoso de la celebración hizo que fuera modificada. «Al final, se sustituyeron los nombres de las chicas por los de los santos», afirma el autor.
Lupercales: barbarie y golpes en Roma Las Lupercales, según la mayoría de los expertos, eran unas fiestas celebradas en la Antigua Roma que incluían varios ritos para que los adolescentes se iniciaran en las relaciones sexuales. Con todo, y según explica el autor Jean-Noël Robert en su obra «Eros romano: sexo y moral en la antigua Roma», el origen de esta celebración ya se consideraba entonces mitológico. «Se trataba de una de las ceremonias más arcaicas, ya que numerosos especialistas coinciden en decir que se remontaba a los tiempos del caos, mucho antes de la fundación de Roma, en la que sin duda se hacían sacrificios humanos», señala. Oficialmente, la fiesta se celebraba en la misma gruta (la Lupercal) en la que se creía que una loba había amamantado a los fundadores de Roma (Rómulo y Remo) después de que estos hubieran sido abandonados en el río por su familia.
Jóvenes disfrazados de lobo.
El escritor Carlos Goñi relata en «Una de romanos: un paseo por la historia de Roma», este curioso episodio: «Marte, el flagrante dios de la guerra, amó en secreto a [una joven], quien concibió dos mellizos. Cuando naciero, [el tio de la chica, Atulio] introdujo a los pequeños en una cesta y los expulsó al Tíber, convencido de que morirían. Sin embargo, la cesta vino a parar a un remanso del río. Los niños empezaron a llorar y la loba los descubrió. El animal los amamantó en una gruta al sur del Palatino, llamada Lupercal».
Desde aquella gruta se iniciaban las Lupercales de manos de un sacerdote. Este era el encargado en primer lugar de sacrificar un carnero en honor a Fauno (el dios de la naturaleza). Lo hacía con el mismo cuchillo con el que, posteriormente, embadurnaba la cara de dos «lupercos» o «luperci» (los jóvenes que debían pasar por aquel ritual). «Después, secaba los restos de sangre con vellón de lana mojado en leche; en este punto los dos muchachos debían prorrumpir en risas», explica el autor de «Eros romano». ¿Por qué esta reacción? Al parecer, porque de esta forma emulaban la victoria de la vida sobre la muerte. La «resurrección» por la que, en definitiva, habían pasado los fundadores de la ciudad tras verse abandonados y haber sido recogidos por el animal. Una vez que habían sido ungidos por el sacerdote, estos dos jóvenes (que casi siempre iban desnudos, o ataviados únicamente con taparrabos fabricados con la piel de los animales sacrificados) salían de la gruta. El ritual no acababa en este punto, sino que iniciaban una carrera desquiciada a través de Roma por un itinerario previamente planeado. Un trayecto que llevaban a cabo mientras proferían obscenidades. Mientras corrían, los «lupercos» iban dando latigazos -con una correa fabricada también con los restos del carnero- a todo aquel que, voluntariamente, se ubicaba frente a ellos.
El principal objetivo eran, no obstante, las mujeres en edad de ser madres. «La opinión en que estaban las mujeres era que estos latigazos contribuían a su fecundidad, o a su feliz libertad», se explica en el «Diccionario Universal de Mitología». Las chicas, de hecho, consideraban todo un honor que los «lupercos» les diesen un correazo, pues era una forma de que los dioses les asegurasen un retoño. Los hombres zurrados, por el contrario, entendían que aquellos golpes les purificaban y les permitían entrar «limpios» en el nuevo año (que comenzaba entonces en marzo). Es decir, que llevarse una marca a casa era símbolo de buena suerte.
Lucpercales
A pesar de todo, los autores le atribuyen varios significados a esta fiesta. Robert señala, por ejemplo, que mediante aquella carrera la «ciudad revivía sus primeros momentos, aquellos en que había pasado de la barbarie y el caos a la civilización, a una nueva vida». Otros tantos son partidarios, por el contrario, de que la ceremonia era principalmente un rito de iniciación entre los más jóvenes. El autor Pierre Jacomet es uno de ellos. El escritor afirma en una de sus obras que aquellas eran «ceremonias destinadas a alejar el miedo a la sexualidad, el temor de ser incapaz, el terror a no poder cumplir con el ritual de la fertilidad, que es la cópula, a perder la calidad de ciudadano del mundo». ¿Qué sucedía después de la carrera? Las teorías son varias. Algunos autores como Jon Juaristi explican en «El bosque originario» que las Lupercales podrían incluir «ritos orgiásticos como la prostitución propiciatoria de las pastoras». Robert, por su parte, añade que ese día también se celebraban otros tantos rituales como «el sacrificio de un perro», una invocación a Juno, o un banquete».
La confusión con Juno Februata Pero San Valentín no solo podría tener su origen en las Lupercales. Como ya se ha señalado anteriormente, también sería posible que se basara en la fiesta que los romanos celebraban en honor de Juno Februata (la diosa de las purificaciones, según se explica en «Panlexico, vocabulario de la fabula»). No obstante, existe cierta controversia en torno a esta festividad. Algunos autores afirman que era una celebración situada el día 14, mientras que otros la ubican el 15 y, algunos más, llegan a señalar que se celebraba entre el 13 y el 15. La controversia en torno a esta ella es total. Determinados historiadores señalan que realmente se correspondían con las «februales», unas celebraciones que duraban casi medio mes y que se llevaban a cabo en febrero. Las mismas en las que se detenía el culto al resto de divinidades (pues sus templos se cerraban) y, curiosamente, los matrimonios estaban prohibidos.
Las teorías sobre cómo se celebraban las fiestas en honor de Juno Februata son también varias. Algunos autores afirman que en ellas se llevaban a cabo sacrificios mientras los presentes portaban antorchas. Otros escritores como Flaver son partidarios de que, en base a las fuentes clásicas, se festejaban de una forma mucho más romántica: «Existía la antigua costumbre de que el 15 de febrero los chicos escribieran los nombres de las chicas en honor de la diosa Juno Februata». También se cree que, posteriormente, las «papeletas» (por así llamarlas) eran guardadas en una caja y cada joven extraía una. Esa sería su pareja sexual, y con ella llevaría a cabo sus fantasías más perversas. «Para cristianizar dicha costumbre, se sustituyeron los nombres de las chicas por los de los santos», completa el experto. El historiador del XVIII Alban Butler es en quien se basa principalmente este experto, el cual es secundado por otros posteriores como Jack Oruch.
Cristianización La brutalidad de las Lupercales, así como la necesidad de cristianizar la fiesta ante la imposibilidad de que la olvidasen los ciudadanos, provocó que -allá por el siglo V- la Iglesia tomara cartas en el asunto. Así lo afirma el periodista e historiador Jesús Hernández (autor del blog «¡Es la guerra!») en su obra homónima: «La fiesta de San Valentín fue instaurada en el año 498 por el papa Gelasio I, probablemente en un intento de eliminar la efeméride pagana de las Lupercales, que se celebraban el 15 de febrero. Un festejo relacionado con el amor y la reproducción». En palabras de este autor, se eligió sustituirla por San Valentín en base a que este religioso desafió a Roma en el siglo III en nombre del amor. Por entonces, el emperador romano Claudio II Gótico (214-270 d.C.) consideraba que «los soldados que estaban casados pecaban de conservadores en el campo de batalla, en unos momentos en los que las fronteras se veían acosadas por alamanes y vándalos».
«Los soldados que estaban casados pecaban de conservadores en el campo de batalla»
El político, que de tonto no tenía un pelo, decidió que lo mejor para que sus legionarios se dejasen la vida y derrochasen valor en el frente era prohibirles contraer matrimonio. Si nadie les esperaba en su hogar, no tendrían reparos en batirse a pilum y gladius. «San Valentín era entonces el obispo de la ciudad de Iteramna (hoy Terni, en Italia), y se avenía a celebrar en secreto las bodas de aquellos soldados que no querían cumplir esa orden del emperador», añade Hernández. Como era de esperar, al ser descubierto fue apresado por el líder, quien le decapitó el 14 de febrero del año 269. «Se cree que fue enterrado en la Vía Flaminia, a las afueras de Roma, lo que hizo que durante la Edad Media la Puerta Flamina fuese conocida como Puerta de San Valentín», completa el historiador y periodista. En todo caso, la veracidad sobre la biografía del santo hizo que la Iglesia Católica eliminara esta festividad del calendario en el año 1969.
Con todo, existe otra versión sobre esta historia. Según desvela el dossier «El día de San Valentín» (editado por la Consejería de educación en el Reino Unido e Irlanda), Valentino era, allá por el siglo III, un cristiano que continuó practicando su religión a pesar de la prohibición romana. Sus principios le llevaron a la cárcel, donde uno de los guardias le pidió que diese clases a su hija ciega. Tras varias jornadas a su lado, la pequeña recuperó la vista y se convirtió al cristianismo al entender que era la fe verdadera. «Añade la leyenda que la víspera de la ejecución, Valentino envió una última nota a la niña pidiéndole que se mantuviera en la fe. La nota iba firmada: “de tu Valentino”. Al día siguiente, 14 de febrero, Valentino fue ejecutado. Sus restos se conservan en la Basílica de su mismo nombre, en Terni, donde cada año, el 14 de febrero, las parejas que van a casarse celebran un acto en honor del Santo», se señala en el informe. Fuente: ABC COMPARTE ESTE POST EN TUS REDES SOCIALES, Y DEJA TU COMENTARIO...
Me encanta decir amén. Es una palabra estupendísima.
Como recién convertido, vi cómo los hermanos de mi congregación decían “amén” cuando el pastor hizo hincapié en alguna afirmación concreta de la predicación.
Después de unos cuantos meses, me encontré haciendo exactamente lo mismo que ellos:
El pastor: “¡Jesús es el Señor!”
Nosotros: “¡Amén!”
El pastor: “¡El Señor nos ha salvado por su infinita gracia!”
Nosotros: “¡Amén!”
El pastor: “¡Gloria a Dios en las alturas!”
Nosotros: “¡Amén!”
Decía amén cada dos por tres. ¡Lo estaba pasando bomba! No obstante, cuando fui a escuchar a Gloria Copeland (la esposa de Kenneth Copeland) predicar en Belfast en abril 2005, me fue imposible decir amén. Nos soltó siete u ocho reglas del libro de Deuteronomio sobre cómo hacernos ricos. A pesar de que yo fuera un creyente joven todavía, sabía que algo andaba mal. No podía decir amén a nada aunque muchos a mi alrededor decían amén a casi todo lo que Gloria nos decía.
Gloria Copeland nos enseñó sobre cómo hacernos ricos a partir de Deuteronomio. ¡No podía decir amen a eso!
Poco a poco iba aprendiendo que no se puede decir amén a todo.
Ahora bien, ¿qué significa la palabra amén? El catecismo de Heidelberg contesta diciendo que: “Amén quiere decir: esto es verdadero y cierto”. Es decir, si digo amén a alguna afirmación, significa que estoy aseverando que aquella aserción es verdadera y cierta. Por lo tanto, si algo no es verdadero ni cierto no puedo responder diciendo amén. Otra cosa que he aprendido sobre el amén es que en muchos círculos se ha convertido en una tradición evangélica más, un poco como el llamado al altar después del sermón. Me di cuenta de ello cuando empecé a predicar. Aquí tenéis dos ejemplos muy vívidos:
En un determinado culto, estaba explicando en algún punto del mensaje de qué se trata el panteísmo. Mientras decía algo como “los árboles son Dios, las rocas son Dios, todo es Dios” un hombre gritó “¡Amén!” Y tuve que parar el mensaje para explicarle que no podemos decir amén a semejantes afirmaciones ya que son falsas. Dios no es un árbol. Dios no es una roca. Hay una distinción cualitativa entre el Creador y lo creado.
En otra reunión pregunté a la iglesia algo como, “¿Qué es un gentil?” y algunos contestaron diciendo amén. Pero les dije, “Hermanos, os he hecho una pregunta. No he afirmado nada. ¿Por qué decís amén?”
En ambos casos, he visto que usamos el amén muy a la ligera sin realmente procesar bien lo que se está diciendo desde el púlpito. No tengo nada en contra de decir amén. Pero si abusamos del amén se convierte en otra “vana repetición” más, que caracteriza la “palabrería” de los que no conocen a Dios (Mateo 6:7). Pese a los abusos del amén, sigo creyendo en la utilidad de la palabra. Se me ocurren tres razones por las que el uso de la palabra en nuestro entorno evangélico es provechoso: 1.- Nos ayuda a interactuar con la prédica La predicación no es un monólogo. Hay interacción en la predicación. Al decir amén nos convertimos en participantes activos del mensaje. Demuestra que estamos usando la mente, analizando todo lo que el pastor nos va diciendo. Tristemente se ha perdido el arte de escuchar una predicación en nuestros días. En vez de seguir la línea de razonamiento del predicador, muchos están simplemente esperando a que levante la voz o que dé alguna ilustración impresionante o qué cuente un chiste o un testimonio antes de decir amén. Pero allí los predicadores somos culpables también. ¿Acaso no es verdad que tendemos a predicador mensajes así en nuestros días? Nuestro estilo de predicación no fomenta amor por la Palabra sino por el sensacionalismo.
2.- Anima al predicador Decir amén es una bendición para el pastor también. Cuando ve que el pueblo va asimilando la enseñanza, le entra gozo en el corazón. Al fin y al cabo, no subimos al púlpito con el fin de rellenar un hueco. Predicamos porque creemos que la doctrina importa. Estamos persuadidos de que el bienestar de la iglesia depende de la Palabra expuesta. Consiguientemente, cuando vemos cómo los hermanos de la congregación reciben el mensaje, nos da mucha alegría. 3.- Nos ayuda a discernir los espíritus El uso del amén nos ayuda a “probar los espíritus si son de Dios” (1 Juan 4:1). Hay falsos maestros por todos lados. Cuando viene un predicador desde afuera, hay que asegurarnos de que predica conforme a las Escrituras. No podemos aceptar la autoridad espiritual de una determinada persona por el mero hecho de haberlo visto en algún poster en las redes sociales. Necesita hablar conforme a las Escrituras. A pesar de que Gloria Copeland sea multimillonaria y conocida en todo el mundo anglosajón, no quiere decir que hable conforme a la Palabra de Dios.
Conclusión Con todo, hermanos, os animo a usar el amén de forma sensata y madura. No digáis amén porque el pastor haya levantado la voz. Decid amén porque está hablando según la bendita, inspirada, infalible, inerrante Palabra de Dios. ¿Amén? Autor: Will Graham
Fuente: Protestante Digital
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Árabes lanzaron cócteles molotov contra Judíos en Jerusalém Este, la ropa de uno de los atacantes se incendió, lo que le obligó a huir.
Rajel Fireman, que fue testigo del incidente desde su balcón, narró lo que había sucedido a Arutz Sheva:
"Escuchamos piedras y cócteles molotov. Corrimos a la guardia de seguridad y le pedimos que compruebe lo que estaba sucediendo".
Ella relató que las escaleras cerca de su casa estallaron en el fuego de los explosivos que fueron lanzados.
"Varios jóvenes árabes llegaron desde el pasaje a pasos de nuestra casa, tenían veneno en sus ojos, y lanzaron cócteles Molotov y piedras. Cócteles molotov de todo tipo... y una de las bombas estalló en uno de ellos encendiendo sus ropas, por lo que huyó ", y añadió que "la policía llegó rápidamente al lugar, a pesar de que aún no se sabe si han tenido éxito en la identificación de los atacantes que se muestran en la cámara de seguridad".
Rajel Fireman comentó que, en la mayoría de los casos, las fuerzas de seguridad tienen éxito en la captura de los atacantes y llevarlos ante la justicia. Añadió que éstos incidentes violentos se incrementan cuando hay una fiesta musulmana o cuando el tema del Monte del Templo está sobre la mesa.